Ahora que las temperaturas comienzan a descender hay mucha gente que sufre problemas en la piel, sobre todo en las manos. El frío y los problemas de circulación son malos compañeros de viaje y si a esto se le suma que por norma general nuestra hidratación es peor en invierno al no beber tanto por motivos del calor, esto desemboca en unas manos ásperas y problemas de piel en ellas que se aprecian a simple vista.
En esta entrada vamos a repasar los mejores consejos que en Estética Carmen Seijo te podemos dar para cuidar tus manos en cuanto lleguen los días de frío.
Tápate las manos
No por obvio deja de ser el consejo más efectivo para el frío. Es evidente que cualquiera que tiene frío se tapa con capas y mucha ropa. Con las manos ocurre lo mismo y el uso de guantes es muy recomendable en los días de bajas temperaturas para que éstas no sufran.
El auge de los móviles de pantalla táctil ha hecho que muchas personas dejasen de usar los guantes al no poder manejarse con sus móviles con ellos puestos, pero hoy en día ya hay muchas soluciones a estos problemas como guantes que pueden interactuar con estas pantallas u otros que dejan las yemas de los dedos al aire para no tener que quitárnoslos para coger el móvil.
Mucha hidratación
La hidratación es muy importante en cualquier momento del año y en invierno nuestras manos se deben tomar especialmente en serio. Usar al menos una o dos veces al día cremas hidratantes especiales para manos es importante para que nuestra piel reciba el cuidado necesario para no resecarse y sufrir sabañones, irritación o rojeces.
Protégete del sol
La crema de protección solar también es importante en invierno, sobre todo si vamos a estar mucho tiempo expuestos al impacto directo de la luz del sol. El sol hace que nuestra piel se avejente y se seque, por eso una crema protectora es importante. Usar crema solar es especialmente recomendable si acudimos a la nieve a esquiar, pues el peligro con los reflejos de la luz en la blanca nieve hace que el impacto de nuestra piel con el sol sea superior.
Agua templada en vez de caliente
Si tenemos las manos muy frías podemos estar tentados a lavárnoslas con agua caliente para que estas cojan temperatura, pero esto no es muy recomendable. El agua muy caliente hace que la piel se reseque y para que ésta permanezca más hidratada siempre es mejor apostar por la opción intermedia, es decir, el agua templada y escoger bien el jabón adecuado. Una vez limpias las manos, sécalas bien y vuelve a echarte crema hidratante.
Usa productos exfoliantes
Para eliminar la piel muerta o reseca por la acción del frío y la falta de hidratación, nunca viene mal frotarnos las manos con algún producto exfoliante. Eso acelerará el nacimiento de una nueva capa de dermis más joven e hidratada y nuestras manos lucirán en mejor estado.
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